Los datos de las encuestas son un tanto alarmantes, pues corroboran la cada vez más baja
edad en la que los adolescentes tienen una primera toma de contacto con substancias como
el tabaco.
Por otro lado, el material obtenido es prometedor y cuenta con unas características físicas
que o hacen apto a múltiples posibles aplicaciones, como por ejemplo fundas para móviles o
piezas de decoración.
Cabe destacar que el hecho de reciclar los filtros no es la solución al problema del
tabaquismo, si no un método temporal para paliar los efectos de los cigarros sobre el
medioambiente. El verdadero éxito de esta investigación se alcanzará cuando, gracias a
campañas de concienciación y sensibilización, no haya filtros que reciclar porque ya no haya
fumadores.

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